Vitaminas para Niños

Suelen ser controvertidas las opiniones sobre darles o no vitaminas u otros suplementos nutricionales a los niños, algunos médicos opinan que no es necesario y otros imprescindibles.

Si bien es cierto que un niño bien alimentado, quiere decir con alimentos equilibrados y alta cantidad de alimentos frescos, no deberían necesitar ningún suplemento extra.

El niño tiene que hacer frente a sus necesidades nutricionales relacionadas al desarrollo y el crecimiento, también a su actividad física e intelectual que a medida van creciendo son más importantes. Esto significa un aporte extra de energía.

El organismo necesita todos los elementos que favorecen su crecimiento. Por este motivo es muy importante una alimentación equilibrada y variada, rica en minerales y vitaminas.

Darles  suplementos con un complejo multivitamínico y mineral  permitirá asegurarnos de las aportaciones de todos los nutrientes.

Si hacemos caso de los anuncios, realmente todos los niños necesitarían vitaminas adicionales.

Pero no es en absolutamente necesario si los niños tienen una dieta equilibrada, en alimentos frescos que aporten vitaminas.

En algunos casos que los niños coman de todo se hace difícil, por ejemplo son muchos los niños que no les gustan las verduras, otras veces las prisas o el trabajo de los cuidadores hace recurrir más veces de las que deberíamos de alimentos preparados.

Es por ello, algunos niños caen en la monotonía de la misma dieta y a desequilibrios nutricionales, en esos casos es muy importante que se les de vitaminas o minerales para evitar carencias nutricionales importantes que les pueda afectar en su desarrollo o crecimiento.

Los CONSEJOS PARA QUE UN NIÑO CREZCA SANO sin necesidad de suplementos son:

Comer al menos 5 raciones de frutas y verduras al día.

Desayunar bien, almuerzo y una buena merienda es importante, frutas, yogur, pan con mermelada a parte de las comidas principales.

Tener momentos de descanso y tranquilos durante la semana.

Dormir suficientemente de 8 a 11 horas.

Acostumbrarse a lavarse a menudo las manos, para evitar contaminaciones inútiles.